
Perfil ético del odontólogo en los roles administrativos. Por Dr. Héctor Enrique Villota Romo

Si nos remontamos a los anales de la historia, para buscar las primeras aproximaciones al concepto , encontramos que Aristóteles definio la ética como esa doctrina de las costumbres, son esas virtudes éticas las circunstancias morales que acompañan el desarrollo de la vida para conseguir un fin. Y en un sentido más antiguo, la palabra ética se deriva del griego ethika de ethos referida al comportamiento y costumbre, es el suelo firme, es el fundamento y la raíz de donde brotan todos los actos humanos. Ya de manera más general podemos decir que la ética es una amalgama de reglas y normas morales que rigen el modo de actuar y el comportamiento humano.
Filosóficamente es el estudio de la moral, es el conocimiento y la capacidad de hacer un discernimiento entre lo que esta bien y lo que esta mal en todos los actos de la conducta humana. El ser ético debe hacerse presente en todos los aspectos del quehacer cotidiano; en la actitud frente a las diversas vicisitudes de la vida, en
la interrelación y comportamiento con los demás, en mantener una estrecha coherencia entre lo que se predica y los que se hace, es la capacidad de tomar decisiones frente a dificultades y problemas; pero con fundamento en los valores sociales, asumiendo posiciones y defendiéndolas con criterios.
En el ámbito administrativo y de gerencia para el sector de la salud es ya muy normal ver a los profesionales del gremio ocupando distinciones administrativas, no solamente en la parte privada sino también en la publica y por consiguiente para el tema especifico de nuestros colegas odontólogos es necesario refrendar los postulados establecidos en el Código de Ética del Odontólogo Colombiano en lo concerniente a las relaciones de este con las instituciones, con la sociedad y con el estado; para este último caso la ética pública debe ser una impronta de acción para el profesional que incluya en esencia valores y principios que redunden de manera cierta en facilitar la convivencia , respetarlas particularidades de las personas,preservar el bien común, honrar las diferentes acciones públicas con cumplimiento, responsabilidad y honorabilidad.
Cuando el odontólogo, es elegido para ocupar un cargo publico o solamente quien lo designe, si no también la sociedad, depositan en él, su confianza para que las normas generales de la administración pública se preserven, especialmente en:
- Que el interés general prevalece sobre el interés particular
- Que es imperativo para el funcionario pública el cuidado de la vida en todas sus formas.
- Que los bienes públicos son sagrados
- Que la finalidad del Estado es el mejoramiento de las condiciones de vida de toda la población
- Que la función primordial del servidor público es servir a la ciudadanía
- Quien administra recursos públicos rinde cuentas a la sociedad sobre su utilización y los resultados de su gestión
- Que los ciudadanos tienen derecho a participar en las decisiones públicas que los afecten.
Descendiendo al tema específico de nuestra profesión tenemos como garantes en los diferentes temas ético profesionales a los Tribunales Nacional y Departamental de Ética Odontológica que son unas entidades creadas por la Ley 35 de marzo 8 de 1989 y reglamentadas por el Decreto 491 de 1990, con autoridad para conocer de los procesos disciplinarios ético – profesionales que se presenten por razón del ejercicio de la odontología en Colombia. Son los órganos de control y régimen disciplinario odontológico, que brindan garantías a los odontólogos y sus pacientes, propendiendo por el reconocimiento de los derechos y deberes de unos y otros en el ámbito del ejercicio profesional de la odontología en Colombia, con fundamento en la Ley 35 de 1989.
Dr. Héctor Enrique Villota Romo